
Vero estoy en cero, yo no tengo ni idea del mundo de la fotografía, jamás agarre una cámara, todo esto me queda muyyy lejano, es muy bonito, me gusta, me atrae, tengo muchas ganas de hacerlo pero no tengo ni idea por dónde empezar...
Este mensaje me llego hace unas semanas atrás, cuando lo leí, no deje de recordar como me sentía a mis inicios. Esta confusión que vivimos en los nuevos comienzos es parte del proceso, y no está mal, solo es un estado que transitamos y que se va aclarando una vez que tomamos acción, solo el actuar y la experiencia que genera ese actuar nos va aportando la claridad que necesitamos.
Hoy te traigo este cuento, que me llego de un gran Maestro ( esto se que lo repito mucho) Pero es que me vivo capacitando y me siento bendecida de todo lo que aprendo. Quería dejarte esta bello cuento y los aprendizajes que saque de él.
Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; en una enorme playa virgen, donde tenía una casita y pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era un muchacho que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
El hombre le preguntó al joven qué estaba haciendo. Este le contestó:
– Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán.
Dijo entonces el escritor:
– Pero esto que haces no tiene sentido, primero es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas.
El joven miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó:
– Para esta… sí tiene sentido.
El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con el joven y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó al joven y le ayudó a salvar estrellas.
¿Cuáles son los aprendizajes de este cuento?
Seguir haciendo aquello que sientes, independientemente de la opinión de los demás.Cualquier pequeño acto supone un impacto. ¿Qué genera mi actuar? ¿Qué genera tanto cuando actuó? Como cuando no lo hago? ¿Cómo impacta esto en mi entorno?Divide tus grandes metas en pequeños objetivos para ir cumpliendo uno a la vez. No dejes que esto que parece hoy muy grande e inalcanzable te quite la motivación para ir dando estos primeros pequeños pasos.
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Fuente: Guia infantil